Hemos creado un fichero utilizando Writer y vamos a enredar con él para comprender algunos detalles de sistemas de ficheros trabajando con Windows.


Al escribir el nombre del fichero junto con la extensión, es decir su ruta relativa, el sistema operativo se da cuenta de que este fichero es un fichero de texto asociado a la aplicación LibreOffice Writer. Entonces abre la aplicación y con ella el fichero indicado.

Vamos a cambiar la extensión del fichero. Para ello vamos a utilizar el comando de Windows rename. Rename espera dos argumentos o parámetros: la ruta del fichero a renombrar y el nuevo nombre.

Con esto tan solo hemos renombrado, cambiado el nombre, del fichero. En concreto, hemos cambiado su extensión. Este cambio de extensión no ha hecho que la información del fichero haya cambiado. Es decir, no se ha convertido por arte de magia en una imagen, tan solo hemos cambiado la extensión.
Sin embargo este cambio en la extensión hará que el sistema operativo e incluso los usuarios, entiendan que este fichero guarda una imagen, no un documento de texto.
Vamos a abrir el Explorador de Windows y vamos al directorio Documents.

Por lo pronto el sistema operativo nos muestra el icono del fichero como un fichero de imagen. Si hacemos doble clic sobre él intentará abrirlo con una aplicación de imagenes.

No muestra nada, porque en realidad el fichero contiene un documento de texto aunque la extensión indique otra cosa.
Vamos a dejar el fichero como estaba, así que vamos a darle de nuevo la extensión ODT.

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